Hay una íntima relación entre el pensamiento y el destino. Lo que pensamos conforma nuestro mundo, nuestra experiencia de tal forma que está directamente relacionado con aquello que nos pasa y lo que al final conseguimos ser. El pensamiento igual que un músculo se puede entrenar y fortalecer, hacer elástico y preparado para los impactos negativos que a veces conlleva la vida. Si nos preocupamos de desarrollar y mejorar nuestra salud física, con alimentación y ejercicio adecuados…. ¿cómo no vamos a ocuparnos de entrenar y mejorar nuestra mente para que sea también sana y fuerte?. Además conocemos la relación entre una mente saludable, fuerte, positiva con una expectativa de mejores logros, salud y satisfacción personal.
Cuando realizamos cambios en la forma de pensar, también se producen cambios en lo que hacemos y está relacionado directamente con lo que conseguimos y en lo que nos convertimos. Las barreras sobre como pensamos que en muchos casos son inconscientes, es necesario darse cuenta de ellas. Los pensamientos que aparecen en nuestra mente a lo largo del día son innumerables. Nuestro cerebro tiene una capacidad ilimitada de generarlos.