El trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por ideas, pensamientos o imágenes recurrentes y persistentes. Son causa de gran incomodidad, pues se intentan eliminar pero no se consigue . Además la persona no puede dejar de hacer determinadas conductas o rituales para disminuir la ansiedad que le producen (lavarse las manos, repetir palabras, etc.). Estas ideas y conductas causan angustia en la vida diaria de la persona y pérdida de tiempo, de al menos una hora a lo largo del día.
Los rituales pueden ser pensamientos, imágenes o actos repetitivos o otras de comprobación, recuento o verificación (comprobaciones de si se ha cerrado una puerta, revisar muchas veces un trabajo ya comprobado…).
La persona experimenta una lucha constante con esos pensamientos y conductas y no puede salir de ellos. Provocan intenso malestar, a veces sentimientos de culpabilidad y afectan a la vida diaria de la persona. Sin tratamiento estas obsesiones y rituales pueden adueñarse de la vida de la persona.