Alcoholismo

Que es el alcoholismo
El alcoholismo es una adicción por consumir alcohol. El alcohol es una droga, es la droga más consumida actualmente y la que más problemas sociales y sanitarios causa. Implica una dependencia física y psicológica. Es una enfermedad crónica, progresiva y puede ser mortal. Provoca la muerte prematura de 3.000.000 de personas al año. Es una auténtica epidemia mundial y las cifras están aumentando. La persona puede curarse con los medios adecuados y superar esta enfermedad, aunque no es fácil salir de ella. Cuanto antes se inicie el tratamiento más sencillo será el éxito. Afecta a la salud no solo física o mental sino a la vida social, familiar y profesional.
¿Porqué se consume alcohol ?
El uso y consumo del alcohol, es muy aceptable y bien visto en eventos y celebraciones. De hecho cumple un fin social. Está vinculado culturalmente a experiencias lúdicas y de ocio incluso en situaciones laborales. La publicidad une el consumo de alcohol a la felicidad y buen humor. Hay una gran disponibilidad para su consumo en cualquier lugar. Todo ello favorece una visión y expectativas positivas ligadas a este hábito . De hecho la sensación inicial es positiva y placentera.
Sin embargo el alcohol es altamente adictivo y genera dependencia. El problema añadido es que las cantidades aumentan (consecuencia de que es adictivo ) y además puede ser utilizado para compensar situaciones difíciles, disgustos o como forma de evadirse de la realidad. El alcohol nunca puede servir para resolver necesidades físicas, mentales o emocionales. Por el contrario es otra fuente de posibles problemas y el punto de partida del alcoholismo. Puede llevarle a tener conflictos en el trabajo, familia, economía, compañeros e incluso con la justicia. Del uso al abuso en determinadas situaciones, hay una línea que se puede sobrepasar y generar un problema de alcoholismo.
¿Qué diferencias hay entre un consumidor excesivo de alcohol y un alcohólico ?
Un alcohólico nunca reconocerá que tiene un problema, siempre se autoengaña justificando su consumo. En lugar de controlar el consumo de alcohol, el alcohol le controla. Además sufrirá el síndrome de abstinencia no beberá por placer sino por la necesidad de calmar los síntomas y molestias físicas y psicológicas derivadas de la falta de alcohol en el organismo. Además solo con la voluntad no puede salir de la enfermedad y necesitará ayuda de profesionales. Un consumidor excesivo por el contrario no presenta este síndrome, prevee y controla la cantidad de alcohol, reconoce su problema con el alcohol sin autoengaños y puede dejar de beber sin ayuda.
Síntomas de alcoholismo
- Ansiedad por consumir alcohol
- Pérdida del control
- Dependencia física, con síndrome de abstinencia (náuseas, sudoración o temblores, inquietud, nerviosismo o ansiedad ) y tolerancia (necesitar cada vez más cantidad de alcohol )
- Problemas graves de salud mental (depresión, psicosis …) y físicos (cerebro, hígado,…)
- Incapacidad para limitar el consumo de alcohol
- Deseo persistente de beber alcohol y deseos de reducir su ingesta
- Incumplir obligaciones laborales, escolares o familiares
- Falta de interés: lo que antes era motivante, ya no lo es, se desvincula de responsabilidades y relaciones afectivas. Su único interés es el consumo.
- Agresividad en la forma de comunicarse con repercusiones en sus relaciones familiares y profesionales.
Causas
No hay una causa única y sí varios factores predisponentes:
- Factores genéticos. Un historial familiar con este problema aumenta las posibilidades de padecer esta enfermedad. Además de la genética, el aprendizaje de modelos negativos también está presente.
- Factores psicológicos. Utilizar el alcohola para huir de emociones negativas como ansiedad, depresión, conflictos en las relaciones personales, aceptación social, traumas o por baja autoestima.
- Factores sociales. Entornos o estilos de vida con rutinas y hábitos poco saludables. Además presiones de compañeros o amigos, problemas de pareja, familiares u otros como desempleo, estilos de vida estresantes o hábitos de consumo de alcohol. La falta de habilidades sociales para desenvolverse en el día a día. También la tolerancia social y el fácil acceso sirven de apoyo y mantenimiento al consumo de alcohol.
Tipos de alcoholismo
- Tipo 1: mayores de 25 años. Ingestas puntuales, que se van acortando en el tiempo y una gran dependencia. Buenas expectativas de tratamiento.
- Tipo 2: en adolescencia y con historial violento. Peores expectativas de tratamiento.
Prevención del alcoholismo
Desde la adolescencia, evitar el consumo de alcohol e informar al adolescente de las consecuencias negativas. Además proporcionar al joven estrategias para afrontar situaciones, mejorar habilidades sociales y saber decir no ante las posibles presiones de sus grupos de referencia para consumir alcohol. Los padres son ejemplo para el adolescente de la relación a mantener con dicho consumo.
Aprender en general adolescentes y adultos a buscar medios de evasión o de lograr cambios de estados de ánimo con hábitos que sean saludables, sustituyendo esta conducta por otras que provoquen cambios positivos en la persona sin dañar la salud.
Adolescencia
La adolescencia es una etapa clave en el riesgo de ser un consumidor de alcohol. Para muchos jóvenes es un hábito de socialización y ocio en los fines de semana. Además la posibilidad de adicción aumenta en 5 veces. La familia ocupa un lugar muy importante para la prevención.
Una familia cercana y con hábitos saludables aleja al adolescente de los problemas con el alcohol. Una buena comunicación con los hijos, potenciar su autoestima y hablar de forma temprana de los riesgos es importante. Pero no solo eso, también generar seguridad en la toma de decisiones e impulsar alternativas sanas de ocio.
El adolescente a veces consecuencia de presiones sociales, inseguridades, tensiones internas puede utilizarlo como salida de escape. El consumo de alcohol presenta riesgos para la salud, bajada de rendimiento académico, violencia, accidentes, mentiras, perder el control y una posible adicción. Si ya el alcohol es perjudicial para la salud, en menores estos efectos nocivos son bastante más altos. Además pueden iniciar una dependencia en la edad adulta.
Efectos nocivos en el embarazo
Una madre consumidora de alcohol en el embarazo, puede ocasionar en el recién nacido anomalías congénitas físicas y mentales. Algunos de los síntomas de estos bebés son:
- Bajo peso
- Retrasos en el desarrollo, crecimiento y dificultades de aprendizaje
- Epilepsia
- Escasas habilidades sociales y de relación
- Problemas de comportamiento, de concentración o ansiedad
Consecuencias del alcoholismo
Las consecuencias son graves tanto a corto como a largo plazo. Una intoxicación aguda de alcohol puede provocar el coma e incluso la muerte. Aumenta la posibilidad de conductas de riesgo como embarazos no deseados o accidentes de tráfico o laborales y problemas en las relaciones sociales.
Salud
- Problemas digestivos. Gastritis crónica, úlceras de estómago
- Alteraciones en el hígado y cirrosis
- Problemas de corazón
- Sistema inmunitario más débil
- Problemas de vista
- Complicaciones neurológicas
- Problemas sexuales y en la menstruación
- Más riesgo de padecer cáncer
- Depresión o ansiedad
- Envejecimiento
- Hipertensión, colesterol, hipoglucemia
- Síndrome de Wernicke-Korsakoff
- Problemas de sueño
Trabajo
- Absentismo
- Conflictos laborales, despido
- Bajo rendimiento
Familia
- Relaciones familiares
- Separaciones, divorcios, celotipias
- Maltratos, trauma, daños
Personal
- Frustración, impotencia, aislamiento
- Depresión, sufrimiento, violencia
Tratamiento del alcoholismo
Lo más importante y normalmente difícil es el reconocimiento del problema por parte de la persona. Negar el problema hace que piensen que no necesitan tratamiento. La persona en estado sobrio debe reconocer su problema de adicción y comenzar con un periodo voluntario de abstinencia .Es difícil para la persona reconocer su dependencia y la enfermedad, además hay una estigmatización social. A partir de la decisión de curarse la persona puede empezar con programas de tratamiento, rehabilitación y seguimiento.
El tratamiento puede implicar la intervención de distintos profesionales, según cada persona: psiquiatra, médico, psicólogo y trabajadores sociales. Según el nivel de dependencia puede ser necesario el ingreso hospitalario para una desintoxicación. En este caso hay programas residenciales o de centros de día.
En el proceso de deshabituación y rehabilitación el objetivo es mantener la abstinencia y recuperar el autocontrol. Además implica gestionar las situaciones de riesgo de recaídas. Aquí está incluida la psicoterapia individual o grupal, y la de pareja o familiar. Los grupos de autoayuda también ofrecen apoyo con otras personas que han superado el problema.
La terapia cognitivo-conductual ayuda a la persona a cambiar formas de pensar, sentir, actuar y vivir. Realiza una evaluación sobre las causas que han iniciado el consumo. Se trabaja en aprender otros métodos para gestionar situaciones de alto riesgo, la autoestima, habilidades sociales, habilidades de afrontamiento, toma de decisiones y competencia personal. Además se diseñan nuevos estilos de vida que puedan mantener y apoyar los cambios realizados a largo plazo.
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Psicóloga, Máster en Psicología Clínica.
Docente/divulgadora/psicóloga-terapeuta.
Telef. 636 67 99 12