Discapacidad por depresión

 La depresión grave puede incapacitar a la persona para realizar las funciones laborales. El tiempo que esta persona permanece con la enfermedad varía según la gravedad de los síntomas y su mantenimiento en el tiempo. El profesional sanitario es el que determina la baja médica con el diagnóstico de depresión y la incapacidad temporal.

                Dicha incapacidad, si la persona continua con serias limitaciones para su vida profesional, puede mantenerse durante un año en el que pasará de forma continua controles médicos. Si pasado el año la persona sigue con este diagnóstico y sin previsión de mejoras pasaría a tener una incapacidad permanente .Cuando se prevé la recuperación que es lo que ocurre frecuentemente se concede una prórroga de 180 días, o de 365 días extras . A los 18 meses de iniciada la baja y si la enfermedad continúa se inician los trámites de la incapacidad permanente.

          La incapacidad laboral permanente se produce cuando la persona en esos plazos de tiempo no ha conseguido recuperar la capacidad laboral. Para ello se tendrán en cuenta las limitaciones funcionales y la falta de mejora ante los tratamientos. Aún así esta situación es revisable y podría cambiar cuando la persona alcance la posibilidad de incorporarse a su puesto de trabajo de nuevo.